martes, 15 de noviembre de 2016

La bondad en el corazón de la Virgen María

 HOMILÍA MES DE MARÍA    /    COLEGIO MACKAY    /    16/11/2016.

Lo que entendemos por “bueno” es aquello que Dios nos dice en la Santa Biblia. Muchas personas piensan que la bondad es sinónimo exclusivo de aquello que  nos gusta, entonces, se suelen cometer las mayores atrocidades e injusticias por una  bondad falseada.

 MISA DEL MES DE MARIA MACKAY SCHOOL
Dios quiere que seamos buenos, pero no desea que seamos bonachones que permita separar lo que es bueno con lo que es verdadero. ¡Bien y verdad son inseparables! Así lo debemos mostrar por medio de nuestra conducta

Los primeros en ceder a la tentación de separar lo bueno de lo verdadero fueron, nuestros primeros padres – Adán y Eva-  al interior del Paraíso. Ellos  cerraron sus oídos a lo que Dios les dijo y prefirieron seguir la voz del Maligno, lo que tuvo consecuencias abismales.

¿Cómo se nota una persona que vive el fruto de la bondad?

a). Tiene conciencia limpia: Durante este Mes de María tenemos la oportunidad de limpiar nuestra alma en el sacramento de la confesión, con el fin de vivir en paz interior, con la conciencia pura que permite ver con claridad, según enseño nuestro Señor en el Sermón de la Montaña: “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”  (San Mateo V).

b). Posee un gozo interior: La bondad se suele expresar en la alegría presente en el corazón de quien vive en el Espíritu Santo. Todos nos sentimos llamados a responder a quien se acerca con una sonrisa, la cual sólo emerge del corazón que se esfuerza por vivir como amigo de Dios.

c). Se muestra en su actitud: La afabilidad es una característica que externamente expresa lo que subyace en el alma. La faz es el rostro en el cual se debe invitar a los demás a confiar en la bondad de Dios, procurando el rostro adusto, el ceño fruncido, que evidencien molestia y desprecio hacia los demás.

d). Se muestra en la amistad: Estamos culminando el año, el cansancio propio de los meses pasados hace que las relaciones personales se vean tensionadas, en tanto la exigencia académica de los trabajos y pruebas finales conlleva en ocasiones un cambio de humor que nos hace distanciarnos y molestarnos con mayor facilidad. Para ello, la obra de Espíritu Santo nos hace vivir la bondad de manera especial con nuestros amigos del colegio.

  MISA COLEGIO MACKAY REÑACA CHILE


Entonces, en el ejemplo de la Virgen María descubrimos la invitación a que  Dios ame a los demás por medio nuestro…Es un imperativo de nuestro tiempo hacer presente y patente la bondad de Dios. Siendo Él, el mayor bien, entendemos que nada es mejor que la manifestación de su bondad en medio nuestro y nada se puede anteponer a sus designios.

El hecho de haber recibido la bondad de Dios supone un real compromiso en orden a ser eficaces intérpretes de esa bondad a todos los que están junto a nosotros, en especial,  allí donde pasamos más horas todos los días: En el Colegio hay largas horas donde compartimentos con nuestros amigos del curso, los cuales tienen derecho a ver en nosotros la bondad de Dios, y nosotros tenemos -en todo momento-  el deber de irradiarla.

La bondad es una actitud que permanentemente se manifiesta, casi diremos “espontáneamente”, por lo que pasa a constituir un verdadero ADN que nos permite identificar a aquel que procura comportarse como católico. Conocemos a personas que se disfrazan con frecuencia: pueden hacerlo de payasos, pero,  en ocasiones,  pueden estar llorando en el alma, constatando una dicotomía existencial.

En el Antiguo Testamento se usa la palabra “bueno” por primera vez en el libro del Génesis, donde luego de haber creado todo: “Dios vio que todo era bueno”. En el profeta Amós se nos enseña que hemos de buscar a Dios para vivir, buscando lo bueno y no lo malo para vivir (V, 4-15), beneficiando en especial a los más débiles, esto es: al que requiere más ayuda, al que puede estar enfermo, al que está solo, al que pasa alguna necesidad, al que no sale de vacaciones. ¡Invítenlo! ¡Ayúdenlo! ¡Visítenlo! Dios los premiará  dándoles el ciento por uno.

Sin duda, la bondad verdadera nace de la amistad con Dios y del fiel cumplimiento de sus preceptos. No es bueno quien no cumple los mandamientos de Dios y de su Iglesia, como tampoco lo es quien aleja a otros de la amistad con Dios. Bien claro lo dice el Evangelista: “No imites lo mal, sino lo bueno, el que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios” (3 San Juan 1, 11)    ¡Que Viva Cristo Rey!

                  
   
  
PADRE JAIME HERRERA / DIÓCESIS DE VALPARAÍSO / CHILE / SANTOS TORNERO Nº 215  / FONO: 997402707




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