martes, 12 de diciembre de 2017

FORTALECER LA VIDA FAMILIAR

 HOMILÍA XI° ANIVERSARIO DEFUNFIÓN PRESIDENTE PINOCHET  /  2017

1.     “Al final  seréis juzgados por el amor” (San Juan de la Cruz).

SANTA MISA IN MEMORIAN PRESIDENTE PINOCHET

En un nuevo aniversario de la partida hacia la Casa de Dios del Presidente Augusto Pinochet Ugarte, nos reunimos para rezar por su eterno descanso, como un deber de todo cristiano pues el Antiguo Testamento enseña lo sagrado y saludable que resulta orar por nuestros fieles difuntos, para que “ellos puedan ser liberados de sus pecados” (2 Macabeos XII, 43-46),  y, luego, en el Nuevo Testamento se nos recuerda que al final de nuestra vida, “cada uno recibe conforme a lo que hizo durante su vida mortal” (2 Corintios V, 10), Por ello, es tan útil más allá de recordar, el acto  de rezar y celebrar el santo Sacrificio de la Misa por quienes a lo largo de su vida invocaron a Dios y procuraron darlo a conocer a los demás por medio de  sus acciones.

Un día le preguntaron al Señor Jesús respecto de cuál  era el mandamiento más importante de toda la Ley, a lo que respondió: “El primero es, amarás al Señor tu  Dios con todo el corazón,  con toda tu mente, y  con todo tu ser”.

¿Qué implica esta respuesta para nuestro tiempo? Por cierto, la aceptación de Dios en la actualidad se encuentra amenazada por el creciente paganismo reinante en nuestra sociedad, edificada sobre un materialismo asfixiante que se manifiesta por todas partes. Como los ejemplos son múltiples, basta uno: la visita del actual Romano Pontífice  a nuestra Patria, ha sido presentada y tenida por muchos desde un punto de vista estrictamente económico,  olvidando la grandeza que puede tener el mensaje del sucesor de San Pedro para quienes profesan la religión católica como, también,  para otras personas de buena voluntad que bien dispuestos vean en su presencia una oportunidad de mejoras algunos aspectos de su vida personal y social.

Pero de manera majadera se insiste en recurrir al gasto olvidando que no hay mejor inversión que la que se hace en la adquisición de aquellos valores permanentes que nacen de un corazón renovado. Una persona que cambie su vida, que acepte al Dios verdadero, justifica todos los esfuerzos que buenamente se puedan hacer para alcanzarlo. ¡Que decir si se trata de una Nación entera!

CAPILLA LOS BOLDOS CHILE 2017

El mejor ejemplo lo encontramos en los pasos dados por el mismo Jesús, quien dedicaba tiempo, no ahorrando detalles significativos para acoger a todos cuantos acudían a Él, procurando  mantener su corazón atento hasta los más mínimos  detalles.
Un ejemplo de delicadeza lo vimos en la recordada visita que hizo el Papa Juan Pablo II al Palacio de La Moneda hace años. En tres oportunidades se asomó por los balcones de aquel lugar, para saludar a los fieles presentes en su exterior, y a los funcionarios en su interior. Lo hizo sonriente, lleno de bondad y espontaneidad,  impartiendo con generosidad su bendición.

A las palabras de presidente: “Lo quiero invitar a saludar a quienes están fuera”, el Sumo Pontífice contestó “bien”. Por los parlantes se escuchó su voz firme y clara: “Una bendición para todos los aquí presentes. pax huic dimini. Como dice el sacerdote visitando  una casa. Yo estoy visitando aquella casa del hijo prodigo. Pax huic domini et ommibus habitantibus in ea”. En el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

¿En qué lugar del mundo hoy un Sumo Pontífice visitaría la capilla y daría la bendición a un presidente y su esposa, además de bendecir abundantes imágenes religiosas y rosarios de ministros de estado, legisladores, y jueces?

Ciertamente, la ideologiza del progresismo, hábilmente ha incentivado una cultura del descreimiento, el cual de manera inevitable se ha traducido en: incertidumbre y temor, que a su vez repercuten en una mayor violencia y desconfianza generalizada que hace que las personas, los hogares y sociedad vivan ensimismados.

Entonces, en el germen del individualismo está la falta de fe, pues el Dios que se ha manifestado a nosotros, es un Dios que ha tenido la infinita generosidad de hacernos partícipes de su misma vida creando un alma, única, inmortal e irrepetible, como morada de su presencia.  

La visita del Papa Juan Pablo II llenó de alegría y unidad a nuestra Patria, y desde todos los lugares hubo un clima especial, el cual se manifestó en el reconocimiento a la dignidad de toda persona desde su gestación hasta su muerte natural.

Los niños indefensos en el vientre materno como los ancianos enfermos serian salvaguardados de todo atisbo de aborto o eutanasia, toda vez que cuando una sociedad ve como problema la vida humana más debilitada es que está enferma en su interior, por el contrario, la verdadera defensa de la vida humana es un desafío común que se asume desde una fe manifestada en las obras cotidianas de misericordia espirituales y corporales. 

San Juan el Bautista, a quien el Evangelio recuerda en este segundo domingo de Adviento, con su vida nos exhorta al seguimiento  del imperativo de obedecer a Dios antes que a los hombres. Esa actitud llena de fe y del amor a Dios, le condujo por el camino del martirio al momento de enrostrar ante un monarca inicuo su maldad diciendo: ¡No te es lícito!

Hoy, también los creyentes podemos decir a quienes pretenden construir un mundo sin Dios que esa fantasía nunca termina bien…Tarde se dieron cuentas los constructores de Babel… Es verdad que por un tiempo breve se puede caminar como si Dios no existiera, es verdad que por un tiempo se puede alzar un proyecto de sociedad de espaldas a Dios, pero tempranamente ese mismo mundo construido se desploma sobre el hombre mismo.  

Por esto, en los días de ´preparación a la celebración de la Natividad del Señor, debemos mirar la realidad de la familia, la cual, tiene aun gran importancia en la mente y corazón en los habitantes de nuestra Patria, pese a los intentos de algunas autoridades por dejarla olvidada en el baúl de los recuerdos.

La institución de la familia, con toda la grandeza en su esencia y sus limitaciones en la vida cotidiana, de algún modo es semejante a aquella adolescente a la cual le dijo Jesús: “Talita kun”, es decir: “a tí te digo, levántate y camina”… cuando todos decían que había muerto, la joven “no estaba muerta  sino dormida”.

Y es la presencia de Jesucristo, con su palabra y con su gracia la que reincorpora a la vida a cuantos,  a los ojos del mundo ya nada podía hacer, pues no ocupaba –aparentemente- un lugar entre los vivientes.

Hoy, las palabras y la vida de San Juan el Bautista están dichas no sólo a nivel personal, hacia al dirigente inicuo, sino a la ideología imperante que llevaba a conductas atentatorias contra la vida familiar, por lo cual debe resonar con fuerza y renovada actualidad su mensaje:

¡No te es lícito! Silenciar la voz de los niños que están por nacer.   

¡No te es lícito! Postergar el sueño de los jóvenes novios de fundar una familia por la obtención de prebendas y subsidios!...Si tienes hijos y no te casas tienes casa, pero, si te casas,  no hay casa…Eso tiene nombre y  se llama  extorsión… 

¡No te es lícito!  Ofrecer a los enfermos terminales el camino de la muerte dulce de la eutanasia…eso tiene un nombre, y se llama asesinato…con estevia, con miel…con sacarina…la muerte provocada de un enfermo o anciano es siempre un crimen y ello nunca es dulce...

¡No te es lícito!  Imponer una educación carente de trascendencia  y valores en la cual la ideología de la violencia y del género de la promiscuidad  impere en nuestros maestros y discípulos.

¡No te es lícito! Impregnar de libertinaje y droga a los más pobres y débiles con el fin de dominarlos y abusar de ellos en cada proceso eleccionario.

¡No te es lícito! Fomentar la ideología del progresismo ni la dictadura del relativismo ocultando las verdades de Dios en las Escrituras Santas y en la propia naturaleza.

Hace falta a nuestra Patria una bendición más que a la “patria grande” a la “patria pequeña”, a aquella que se vive en la intimidad de cada hogar en forma cotidiana. 

          PARROQUIA PUERTO CLARO 2017

Más que nunca urge fundamentar la sociedad sobre la familia, pues “el futuro del mundo se fragua en ella”, por lo que toda visión del hombre ha de hacerse desde la unidad de la familia, al modo como Dios la formó: “Hombre y mujer los creó”, inscribiendo en ellos el designio. “creced y multiplicaos, poblad la tierra y dominadla”. Por esto, recordando como de palabra y acción nuestro Presidente procuro defender la familia como pilar de la sociedad, debemos esforzarnos porque en todo ámbito se proteja y privilegie dicha realidad de la cual, el mismo Jesús quiso ser participe como lo fue durante los hermosos años que vivió en Nazaret junto a su padre y su madre.

Imploremos, en este Segundo Domingo de Adviento la bendición del Señor Jesús  sobre nuestras familias, con las palabras que su Vicario pronunció al impartir su bendición sobre nuestro Presidente, su familia y colaboradores: “Pax huic domini…et ommibus habitantibus in ea”.

¡Que Viva Cristo Rey!







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